EL PARTIDO DE LA LIBERACIÓN DOMINICANA, PLD, Y LA FORMACION DE UNA CLASE DIRIGENTE
LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
La sociedad humana ha ido evolucionando en todo el mundo cumpliendo rigurosamente con las leyes sociales dictadas por la reina madre divina de la lógica que organiza los procesos sociales: Su Excelentísima, Santísima y Purísima Majestad, La Dialéctica.
Todos los procesos sociales quedan obligados a cumplir con rigurosidad con ciertos dictámenes lógicos que siguen a necesidades biológicas, estas a necesidades bioquímicas y estas otras a necesidades de la organización material del universo fisico tal como lo conocemos.
Las luchas entre contrarios y la organización de las contradicciones propias de la lucha por la supervivencia biológica, precede a la lucha por la supremacía social entre individuos de la misma especie. Así funcionan las leyes que rigen la lucha por la conservación de las especies, su especialización y su perfeccionamiento.
A seguidas de esta lucha, los dominios ejercidos por unos individuos sobre los demás, subyugándolos y esclavizándolos, los resultados obligados implican el aprovechamiento por parte del individuo o cuerpo dominante que este logra hacer de su condición, de lo contrario, la lógica nos indica que el esfuerzo hecho carecería de sentido racional.
Así es como, los cuerpos dominantes, cuando se convierten en clase dominante, quedan compelidos por estas leyes sociales, a expoliar del modo más redituable a las clases que quedan rezagadas y forman colmenas de inviduos masificados, conducidos y reproducidos como tales.
En los procesos de ajustes evolutivos, las clases dominantes pasan por la necesidad de contar con una clase dirigente, intermedia, capaz de suplir el contacto escalonado, sin sobresaltos, entre la clase dominante, basada en unos pocos individuos u oligarquía, y la base que la sustenta, es decir, el conjunto obrero de la colmena sometida.
Esa clase dirigente, intermedia, capaz de conducir y ejercer sus fuerzas bajo la influencia de los hilos manejados por esa oligarquía o grupo minoritario de excepción, casi invisible, que se conduce como una fuerza universal cuasi-esotérica, ejerce todo su peso sobre la clase dirigente o clase política que sirve como medio de transferencia entre las clases que conforman las fuerzas productivas en función de sus manos disponibles para generar los valores o plusvalía que la clase dirigente o política maneja y transfiera a la invisible y excepcional oligarquía.
En la sociedad dominicana, el proceso dialéctico conducido por la lógica infalible de la evolución social del capitalismo que continúa conformándo sus pasos como sistema dominante, el ascenso del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, formado y dirigido desde sus inicios por estudiosos de las relaciones políticas y sociales en general, bajo la dirección de un político competente y dedicado al estudio sistemático de las sociedades humanas y sus fuerzas políticas, conocen estas relaciones y desde el poder se conducen siguiendo obedientemente este trazado teórico, sin temor a yerro alguno, dada su total convicción de que ninguna otra fuerza puede detener el motor de ese proceso, socialmente lógico.
Así es como han decidido convertir al PLD en el instrumento político que conforme la la clase dirigente, intermedio necesario para que se cumplan las leyes de la Dialéctica que prevé ese escalón imprescindible y obligado para servir como medio de transferencia entre la clase que genera los beneficios que han de ser pasados a la elusiva oligarquía, elusiva, sin patria ni nombres expresos.
Los pasos y esfuerzos puestos en práctica por el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, para capitalizar el poder político de sus fuerzas dirigentes, no ha sido fruto de una fortuidad, de una aventura sin norte, no, no ha sido así. Ha sido el fruto de una estrategia lógica, estudiada, estructurada, convencida y madurada bajo la sombra de planteamientos teóricos bien dominados y conscientemente aplicados paso a paso, siguiendo una gradualidad programada al tenor del conocimiento teórico y las vivencias prácticas de los procesos ordenados por la Augustísima y Sacratísima Reina Madre de las Ciencias Sociales, Su Majestad La Dialéctica Aplicada, que ha funcionado y no parece detenerse, luego de la consumación de un plan de formación profesional y especialización, sistemático y contundente, en favor de la generación de relevo, escogida, cuidadosamente, entre la bien profesionalizada descendencia de la dirigencia tradicional del partido y de sus allegados mejor dotados. Habrá PLD por muchos años.
La sociedad humana ha ido evolucionando en todo el mundo cumpliendo rigurosamente con las leyes sociales dictadas por la reina madre divina de la lógica que organiza los procesos sociales: Su Excelentísima, Santísima y Purísima Majestad, La Dialéctica.
Todos los procesos sociales quedan obligados a cumplir con rigurosidad con ciertos dictámenes lógicos que siguen a necesidades biológicas, estas a necesidades bioquímicas y estas otras a necesidades de la organización material del universo fisico tal como lo conocemos.
Las luchas entre contrarios y la organización de las contradicciones propias de la lucha por la supervivencia biológica, precede a la lucha por la supremacía social entre individuos de la misma especie. Así funcionan las leyes que rigen la lucha por la conservación de las especies, su especialización y su perfeccionamiento.
A seguidas de esta lucha, los dominios ejercidos por unos individuos sobre los demás, subyugándolos y esclavizándolos, los resultados obligados implican el aprovechamiento por parte del individuo o cuerpo dominante que este logra hacer de su condición, de lo contrario, la lógica nos indica que el esfuerzo hecho carecería de sentido racional.
Así es como, los cuerpos dominantes, cuando se convierten en clase dominante, quedan compelidos por estas leyes sociales, a expoliar del modo más redituable a las clases que quedan rezagadas y forman colmenas de inviduos masificados, conducidos y reproducidos como tales.
En los procesos de ajustes evolutivos, las clases dominantes pasan por la necesidad de contar con una clase dirigente, intermedia, capaz de suplir el contacto escalonado, sin sobresaltos, entre la clase dominante, basada en unos pocos individuos u oligarquía, y la base que la sustenta, es decir, el conjunto obrero de la colmena sometida.
Esa clase dirigente, intermedia, capaz de conducir y ejercer sus fuerzas bajo la influencia de los hilos manejados por esa oligarquía o grupo minoritario de excepción, casi invisible, que se conduce como una fuerza universal cuasi-esotérica, ejerce todo su peso sobre la clase dirigente o clase política que sirve como medio de transferencia entre las clases que conforman las fuerzas productivas en función de sus manos disponibles para generar los valores o plusvalía que la clase dirigente o política maneja y transfiera a la invisible y excepcional oligarquía.
En la sociedad dominicana, el proceso dialéctico conducido por la lógica infalible de la evolución social del capitalismo que continúa conformándo sus pasos como sistema dominante, el ascenso del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, formado y dirigido desde sus inicios por estudiosos de las relaciones políticas y sociales en general, bajo la dirección de un político competente y dedicado al estudio sistemático de las sociedades humanas y sus fuerzas políticas, conocen estas relaciones y desde el poder se conducen siguiendo obedientemente este trazado teórico, sin temor a yerro alguno, dada su total convicción de que ninguna otra fuerza puede detener el motor de ese proceso, socialmente lógico.
Así es como han decidido convertir al PLD en el instrumento político que conforme la la clase dirigente, intermedio necesario para que se cumplan las leyes de la Dialéctica que prevé ese escalón imprescindible y obligado para servir como medio de transferencia entre la clase que genera los beneficios que han de ser pasados a la elusiva oligarquía, elusiva, sin patria ni nombres expresos.
Los pasos y esfuerzos puestos en práctica por el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, para capitalizar el poder político de sus fuerzas dirigentes, no ha sido fruto de una fortuidad, de una aventura sin norte, no, no ha sido así. Ha sido el fruto de una estrategia lógica, estudiada, estructurada, convencida y madurada bajo la sombra de planteamientos teóricos bien dominados y conscientemente aplicados paso a paso, siguiendo una gradualidad programada al tenor del conocimiento teórico y las vivencias prácticas de los procesos ordenados por la Augustísima y Sacratísima Reina Madre de las Ciencias Sociales, Su Majestad La Dialéctica Aplicada, que ha funcionado y no parece detenerse, luego de la consumación de un plan de formación profesional y especialización, sistemático y contundente, en favor de la generación de relevo, escogida, cuidadosamente, entre la bien profesionalizada descendencia de la dirigencia tradicional del partido y de sus allegados mejor dotados. Habrá PLD por muchos años.

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