BABOSOS COMO BABOSAS LLAMAN ROMPER RUTAS DE TRANSPORTE URBANO MASIVO

LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD

Como auténticas babosas reptantes y babosos que al hablar babosean todo con sus babas colgantes, incapaces sus cerebros de aprender a retenerlas bajo la lengua, se comportan los locutores políticos que bociferan echando pestes contra funcionarios públicos porque, -según se expresan-, pudiendo hacerlo, no le suspenden los derechos a explotar comercialmente las rutas del transporte en las que suelen ejercer sus funciones como transportistas, aquellos bocingleros de claques muchísimo mejor harían si como las babosas fueran mudos.

Las organizaciones de conductores de pasajeros que sirven esas rutas, cubren un servicio que es una de las patas laborales de todo nuestro sistema productivo empresarial y laboral en general. No las podría cubir El Estado porque las subvenciones obligadas del transporte que consumen los servicios regenteados por el mismo Estado, hace incosteable el transporte urbano de pasajeros, por cuanto, el impacto inflacionario que generaría dicha medida, -descabellado sería solo el pensarlo-, sería capaz de provocar un desencaje total en el curso de la economía de producción industrial en general.

Trogloditas de infeliz organización mental, solo acostumbrados a pedir que otros hagan lo que son incapaces de intentar hacer, aprovechan todos las oportunidades para ocupar medios de comunicación para hacer absurdos llamados a la Administración Oficial, a las autoridades represivas, a los dirigentes empresariales mejor creativos del farandulerismo comercial y propagandístico promovido contra el respeto real a la libertad de empresas y las libres apuestas de los mercados.

Disparatosos incapaces de sumar y restar números con más una cifra, por cuanto, igual son incapaces de ofrecer al público un cálculo sobre el costo real y su rentabilidad comercial corriente, aplicable al pasaje masivo común, tanto aplicables a las guaguas y carros del concho públicos.

Pequeños de cerebro que muy bien harían si le ofrecieran a los dominicanos las aproximaciones de sus cálculos de tal modo que alcancen a destrozar mis palabras y apreciaciones que desdicen de ellos, por lerdos y vacíos.