CARTA A BARACK OBAMA, PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
Sr. Barak H. Obama
Exmo. Presidente de Estados Unidos de América
Carta Pública:
Con Máximo Respeto, intento llevar a su conocimiento que quien esto escribe, Julio Ramírez, ciudadano dominicano, comparte, exhibe y milita en la defensa de varias posiciones de dominio mediático y muy controvertidas en toda nuestra sociedad, sustentadas con reconocida firmeza, en algunos casos hasta con exhibiciones exageradas, por los señores, S. E., Don Wally Brewster y Don Robert Satawake, reconocidos en nuestros medios como embajadores diplomáticos de la Muy Respetable Nación y Estado, Estados Unidos de América que Ud, dignamente conduce.
Sin embargo, Exmo. Señor Presidente, como es bien cierto que me siento comprometido intelectual, política y militantemente en plazas, calles y escenarios públicos intelectuales, con los principios que sustentan, por ejemplo, la legalidad y derechos de los dominicanos de ascendencia haitiana, por ejemplo, así como los derechos familiares devenidos de la libertad para seleccionar pareja, conceptos en los que parecen coincidir mis opiniones y las de de los distinguidos embajadores, es mi deber no pasar por alto los pronunciamientos hechos por los señores embajadores, S. E., Don Wally Brewster y Don Robert Satawake, inapropiadamente ofensivos, imprudentes, y pretendidamente humillantes, contra nuestra nuestra nación, nuestra ciudadanía y nuestras autoridades nacionales, pronunciamientos que sobre todo muestran tal ignorancia sobre la historia de las relación y evolución económica que transcurre entre los pueblos tras los intercambios de sus migraciones. Las impertinentes palabras pronunciadas y escritas por los señores embajadores, merecen nuestro completo repudio y el de todos los dominicanos, lo mismo, según mi parecer, que el de su propio gobierno por cuanto, bien debían ser recogidas y ofrecidas las correspondientes explicaciones sobre ese inadecuado comportamiento.
Bueno es dejar constancia de que no atesoro compromiso alguno, de hoy ni de antes, con la administración política que conduce nuestro Nación y Estado Dominicano como tampoco con ninguna de sus personalidades que lo representan, de ningún orden excepto la de mis obligaciones ciudadanas como dominicano. Del mismo modo aprovecho para expresarle mis sentimientos de máximo respeto y consideración a esa Gran Nación que Ud. tan dignamente conduce y que Dios guarde.
Con lo Mejor de Mis Sentimientos, Respetuosamente le Saluda,
Julio A Ramírez
Ciudadano Dominicano
Santo Domingo, Distrito Nacional
República Dominicana,
21 de Octubre del año 2016
Sr. Barak H. Obama
Exmo. Presidente de Estados Unidos de América
Carta Pública:
Con Máximo Respeto, intento llevar a su conocimiento que quien esto escribe, Julio Ramírez, ciudadano dominicano, comparte, exhibe y milita en la defensa de varias posiciones de dominio mediático y muy controvertidas en toda nuestra sociedad, sustentadas con reconocida firmeza, en algunos casos hasta con exhibiciones exageradas, por los señores, S. E., Don Wally Brewster y Don Robert Satawake, reconocidos en nuestros medios como embajadores diplomáticos de la Muy Respetable Nación y Estado, Estados Unidos de América que Ud, dignamente conduce.
Sin embargo, Exmo. Señor Presidente, como es bien cierto que me siento comprometido intelectual, política y militantemente en plazas, calles y escenarios públicos intelectuales, con los principios que sustentan, por ejemplo, la legalidad y derechos de los dominicanos de ascendencia haitiana, por ejemplo, así como los derechos familiares devenidos de la libertad para seleccionar pareja, conceptos en los que parecen coincidir mis opiniones y las de de los distinguidos embajadores, es mi deber no pasar por alto los pronunciamientos hechos por los señores embajadores, S. E., Don Wally Brewster y Don Robert Satawake, inapropiadamente ofensivos, imprudentes, y pretendidamente humillantes, contra nuestra nuestra nación, nuestra ciudadanía y nuestras autoridades nacionales, pronunciamientos que sobre todo muestran tal ignorancia sobre la historia de las relación y evolución económica que transcurre entre los pueblos tras los intercambios de sus migraciones. Las impertinentes palabras pronunciadas y escritas por los señores embajadores, merecen nuestro completo repudio y el de todos los dominicanos, lo mismo, según mi parecer, que el de su propio gobierno por cuanto, bien debían ser recogidas y ofrecidas las correspondientes explicaciones sobre ese inadecuado comportamiento.
Bueno es dejar constancia de que no atesoro compromiso alguno, de hoy ni de antes, con la administración política que conduce nuestro Nación y Estado Dominicano como tampoco con ninguna de sus personalidades que lo representan, de ningún orden excepto la de mis obligaciones ciudadanas como dominicano. Del mismo modo aprovecho para expresarle mis sentimientos de máximo respeto y consideración a esa Gran Nación que Ud. tan dignamente conduce y que Dios guarde.
Con lo Mejor de Mis Sentimientos, Respetuosamente le Saluda,
Julio A Ramírez
Ciudadano Dominicano
Santo Domingo, Distrito Nacional
República Dominicana,
21 de Octubre del año 2016

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