MENTIRAS, CHANTAJES Y FALACIAS

LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD


MENTIRAS, CHANTAJES Y FALACIAS EN TORNO AL TRANSPORTE Y LOS TRANSPORTISTAS EN REPÚBLICA DOMINICANA


Nadie que cuente con cerebro medianamente organizado se atrevería a expresar que el promedio de trabajadores que sirven en el transporte público, organizado o no organizado en sindicatos, asociaciones o empresas del ramo, consiste de hombres con educación formal de pobre nivel académico, de rudas figuras y presencia propia de una persona acosada por estrecheces económicas. De otro modo no podría ser. Los ingresos económicos del trabajador dedicado a conducir carros de conchos y guaguas del transporte urbano, labora en medio de fuertes tensiones competitivas durante horarios críticos y extendidos, además de saber y sentir que forma parte de la cola  económica de la sociedad, por demás, harto condenado por toda la vocinglería oficial que logra contraponerle todo el mal sentimiento de las clases ascendentes, sobre todo la del funcionariado gubernamental y profesional que todo lo que le recuerde su origen le apesta, incluída hasta su propia piel.

Sin embargo, ningún estudioso o analista serio de la rentabilidad propia de los negocios capitalistas se atrevería a afirmar que la inversión en un carro nuevo, adquirido a los precios regulares del mercado, para dedicarlo al servicio del transporte urbano conocido en nuestro país con el mote de "concho", sería un negocio ni siquiera medianamente rentable.   Ningún analista o dirigente político que se respete, tampoco lo afirmaría.

Solo los pico chatos, interactivos de la radio, demagogos mar cerebrados y dirigentes empresariales falaces, son capaces de salir con la mayor caradura posible de concebir, a negar esa verdad tan tajante, bien conocida por ellos pero están tan viciados de la hangurria por comerlo todo, que son capaces hasta de envenarse a sabiendas de que se tragan un anzuelo de tres púas.

La verdad monda y lironda, es que desde los años setenta, el costo del transporte se ha constituído en una variable demasiado crítica para la economía popular que ha obligado a todas las administraciones de El Estado, durante estos últimos cincuenta años, a considerar múltiples formas de subsidio, obligado por la imposibilidad de poder dejar su manejo al libre juego de la oferta y la demanda, dado el carácter desvastadoramente lesivo e inflacionario  que resultaría, afectando la produtividad nacional en forma crítica.

Nadie se atreve a sugerir que el negocio del transporte urbano masivo pase al libre mercado y sus precios se manejen apostando al libre juego de la oferta y la demanda. El Transporte masivo es, por tanto, subsidiado de cualquier forma en todo el mundo industrializado. Es subsidiado el transporte que regentea directamente El Estado a través de la Empresa Oficial conocida como ONZA, -y  bien hecho-, es subsidiado el costo del transporte del Metro Santo Domingo, -y bien hecho-, y, la verdad pura  es que no existe forma de sustentar el transporte masivo que sirven empresas, sindicatos y asociaciones de cualquier tipo, si no es subsidiado o dejado su precio a la libre apuesta de la oferta y la demanda. Todos los implicados lo saben. No lo saben ni lo entienden quienes nunca pasaron la aritmética de Ovo. grado por cuenta propia, donde se nos enseñan las primeras nociones sobre cálculos de intereses y porcentajes.