CAMIONES SCANIA Y MANO DE OBRA HAITIANA
LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
"SCANIA" es el nombre-marca de una empresa con vasta extensión internacional basada en Suecia, un país reconocido universalmente por hallarse colocado en la cabeza universal del desarrollo social de esta era industrial.
SCANIA industrializa la fabricación muy eficiente de vehículos de trasporte de cargas. Sus productos se distribuyen en República Dominicana. Los poderosos camiones de voleteo de la marca SCANIA son aplicados al transporte de arena desde las minas ubicadas en la comunidad de Itabo a unos 20 Km. de la Ciudad de Santo Domingo, capital de La República Domincana.
Muchos operarios trabajan en esas minas y en muchos casos aun utilizan sus palas manuales para llenar de arena esos camiones que parten a transportarla hasta la Ciudad Capital, Santo Domingo, donde la arena es aplicada en la industria de la construcción.
Los dueños de los camiones SCANIA, pagan sus jornales a los choferes, a los operadores que palean las cargas así como a los dueños de las minas que los abastecen. A los costos asumidos en todo el proceso del servicio del suplidor de arenas al industrial de la construcción, se les carga un diferencial que viene a ser el beneficio bruto que obtiene el dueño del camión SCANIA, quien tiene que sacar todos los meses el costo de los pagareses que corresponden al financiamiento del capital con el que fue adquirido ese camión SCANIA.
El consesionario, del mismo modo, remite al distribuidor comercial de SCANIA, el costo de la adquisicón del camión llegado desde Suecia. La empresa SCANIA, cubre con ese valor los costos salariales de los obreros suecos que laboraron en la construcción del camión, le reporta las obligaciones impositiva al Estado de Suecia aprovecha en beneficio de sus acciones la diferencia que le resta.
Con los impuestos que recibe el Estado de Suecia, se financian las escuelas, universidades, la salud y demás beneficios sociales propios de la sociedad de los ciudadanos de Suecia. Con los salarios pagados a los obreros de la industria y a los accionistas de las INDUSTRIAS de SCANIA. los obreros accionistas de la empresa SCANIA pueden disfrutar del bienestar que propicia su sociedad altamente valorada por su organización social de avanzada, política, económica y socialmente en todos los órdenes del estilo de vida moderno.
Así, sin embargo, no ocurre con la vida del palero dominicano que ha servido sus esfuerzos para beneficiar al dueño del camión SCANIA, La mano de obra barata que sirven los paleros en cualquier etapa de la plusvaluación de sus servicos, ha terminado siendo aprovechada para ser convertida en el bienestar de los niños, operadores y accionistas de SCANIA toda la sociedad de Suecia.
Rerpública Dominicana no cuenta en este momento con ninguna posibilidad económica hacerse con una empresa fabricante de camiones ni de carretas como fueran estas la primeras fabricaciones de la empresa SCANIA.
Siendo esta la verdad pura, monda y lironda, Republica Dominicana precisa desarrollar su capitalismo industrial que se halla en una etapa de primitivismo, a partir del aprovechamiento de la mano de obra barata, sobre explotada, que nadie se apresure a esperar grandes operaciones en los procesos de deportación de paleros haitianos, braceros agrícolas, tiramezclas, rompe-piedras, arroceros, mano-cafetaleros y demás aportes que sustentan la economía capitalista dominicana.
Solo los tontos de las aritméticas económicas que confunden las palabras con las que se escriben los discurso nacionalistas-patrioteros, chovinistas y fundamentalistas sin quicios bajo las cabezas, son incapaces de entender que sus pretenciones neonazis, no pueden pasar más allá de sus obsesiones absurdas y alocadas.
No es asunto de defensas, haitianismos, piedad, misericordia ni penosas pesadumbres. Es asunto de sobrevivencia de nuestros estilo de desarrollo capitalista incipiente, aborigen, primitivo que aun no está en capacidad de transportar beneficios de mano de obra explotada fuera de nuestras fronteras, por el contrario, apenas alcanzamo a vender mano de obra para que la exploten los países desarrollados económicamente dentro, precisamente, de sus propias fronteras.
Mal, muy mal hacen los gobernantes y políticos con alentar desencuentros sociales con los nacionales del único país del mundo del que República Dominicana puede aprovechar esa relación de poder social y económico que le facilita mano de obra que los empresarios dominicanos pueden sobre-explotar y así aprovechar la sobrevaluación de sus servicios obreros.
Puede resultar grave, muy grave, esa sobre exposición de supuestas diferencias entre nuestros pueblos constituidos fundamentalmente por una masa de obreros paupérrimos, a los cuales se empuja en forma vil, viciosa, sádico-masoquista, a confrontaciones fratricidas, abusadoras, irresponsables.
Ojalá que nunca tengamos que arrepentirnos de ese sacrilegio social que puede volverse "bienmente", en sacrilegio criminal de nuestra clase política, empresarial, religiosa y social en general.
"SCANIA" es el nombre-marca de una empresa con vasta extensión internacional basada en Suecia, un país reconocido universalmente por hallarse colocado en la cabeza universal del desarrollo social de esta era industrial.
SCANIA industrializa la fabricación muy eficiente de vehículos de trasporte de cargas. Sus productos se distribuyen en República Dominicana. Los poderosos camiones de voleteo de la marca SCANIA son aplicados al transporte de arena desde las minas ubicadas en la comunidad de Itabo a unos 20 Km. de la Ciudad de Santo Domingo, capital de La República Domincana.
Muchos operarios trabajan en esas minas y en muchos casos aun utilizan sus palas manuales para llenar de arena esos camiones que parten a transportarla hasta la Ciudad Capital, Santo Domingo, donde la arena es aplicada en la industria de la construcción.
Los dueños de los camiones SCANIA, pagan sus jornales a los choferes, a los operadores que palean las cargas así como a los dueños de las minas que los abastecen. A los costos asumidos en todo el proceso del servicio del suplidor de arenas al industrial de la construcción, se les carga un diferencial que viene a ser el beneficio bruto que obtiene el dueño del camión SCANIA, quien tiene que sacar todos los meses el costo de los pagareses que corresponden al financiamiento del capital con el que fue adquirido ese camión SCANIA.
El consesionario, del mismo modo, remite al distribuidor comercial de SCANIA, el costo de la adquisicón del camión llegado desde Suecia. La empresa SCANIA, cubre con ese valor los costos salariales de los obreros suecos que laboraron en la construcción del camión, le reporta las obligaciones impositiva al Estado de Suecia aprovecha en beneficio de sus acciones la diferencia que le resta.
Con los impuestos que recibe el Estado de Suecia, se financian las escuelas, universidades, la salud y demás beneficios sociales propios de la sociedad de los ciudadanos de Suecia. Con los salarios pagados a los obreros de la industria y a los accionistas de las INDUSTRIAS de SCANIA. los obreros accionistas de la empresa SCANIA pueden disfrutar del bienestar que propicia su sociedad altamente valorada por su organización social de avanzada, política, económica y socialmente en todos los órdenes del estilo de vida moderno.
Así, sin embargo, no ocurre con la vida del palero dominicano que ha servido sus esfuerzos para beneficiar al dueño del camión SCANIA, La mano de obra barata que sirven los paleros en cualquier etapa de la plusvaluación de sus servicos, ha terminado siendo aprovechada para ser convertida en el bienestar de los niños, operadores y accionistas de SCANIA toda la sociedad de Suecia.
Rerpública Dominicana no cuenta en este momento con ninguna posibilidad económica hacerse con una empresa fabricante de camiones ni de carretas como fueran estas la primeras fabricaciones de la empresa SCANIA.
Siendo esta la verdad pura, monda y lironda, Republica Dominicana precisa desarrollar su capitalismo industrial que se halla en una etapa de primitivismo, a partir del aprovechamiento de la mano de obra barata, sobre explotada, que nadie se apresure a esperar grandes operaciones en los procesos de deportación de paleros haitianos, braceros agrícolas, tiramezclas, rompe-piedras, arroceros, mano-cafetaleros y demás aportes que sustentan la economía capitalista dominicana.
Solo los tontos de las aritméticas económicas que confunden las palabras con las que se escriben los discurso nacionalistas-patrioteros, chovinistas y fundamentalistas sin quicios bajo las cabezas, son incapaces de entender que sus pretenciones neonazis, no pueden pasar más allá de sus obsesiones absurdas y alocadas.
No es asunto de defensas, haitianismos, piedad, misericordia ni penosas pesadumbres. Es asunto de sobrevivencia de nuestros estilo de desarrollo capitalista incipiente, aborigen, primitivo que aun no está en capacidad de transportar beneficios de mano de obra explotada fuera de nuestras fronteras, por el contrario, apenas alcanzamo a vender mano de obra para que la exploten los países desarrollados económicamente dentro, precisamente, de sus propias fronteras.
Mal, muy mal hacen los gobernantes y políticos con alentar desencuentros sociales con los nacionales del único país del mundo del que República Dominicana puede aprovechar esa relación de poder social y económico que le facilita mano de obra que los empresarios dominicanos pueden sobre-explotar y así aprovechar la sobrevaluación de sus servicios obreros.
Puede resultar grave, muy grave, esa sobre exposición de supuestas diferencias entre nuestros pueblos constituidos fundamentalmente por una masa de obreros paupérrimos, a los cuales se empuja en forma vil, viciosa, sádico-masoquista, a confrontaciones fratricidas, abusadoras, irresponsables.
Ojalá que nunca tengamos que arrepentirnos de ese sacrilegio social que puede volverse "bienmente", en sacrilegio criminal de nuestra clase política, empresarial, religiosa y social en general.

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