DEFORMACIONES POLÍTICO-ECONÓMICA DE LAS ORGANIZACIONES
LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
Algunas reuniones u organizaciones civiles que en nuestra nación dominicana procuran desarrollarse jurídiccamente como cuerpo luchador encaminado a merecer y ejercer deberes y derechos en la dirección política, administrativa y de seguridad de El Estado que nos representa y conduce como pueblo soberano, libre y autosuficiente, desde los tiempos de la separación e independencia con respecto a la República de Haití, de la que como original territorio colonizado por potencias imperiales europeas, primero España y luego Francia, han devenido en cifrar y basar sus ofertas políticas en defender la patria de una supuesta amenaza de nueva invasión humana, subrepticia y hostil conducida a través del constante flujo humano migrador que se verifica desde la República de Haití hacia la República Dominicana.
Si bien es muy cierto, ciertísimo, que las deformaciones que de la certeza sobre los relatos históricos que en los hechos se contraen en esa separación geográfica, política, administrativa, militar y social en general que aconteció entre los dos pueblos, por un lado el formado a partir, de un lado, de la toma del poder político y administrativo por parte del conglomerado laboral esclavizado por los franceses en la parte oeste de la isla, proclamado entonces como República de Haití.
Por el otro lado, el pueblo conformado, principalmente, por los hijosdescendientes de la obrería española-francesa y su mestizaje con la misma población esclava y un superior número de esclavos migrados directamente como presión y difusión naturalmente viva de la sobrepoblación obrera que ocupaba los territorios de la parte oeste, de la isla, dada la cuenta de que no existiera frontera definida y mucho menos ningún control práctico que mantuviera dicha separación de modo cierto, sobre todo, tomando en cuenta que durante por lo menos un siglo, ninguno de los titulares, España y Francia, que se traspasaron la adminstración de los territorios de la parte este mediante tratados especiales. se ocuparon, de modo funcional de cuidar los imaginados controles.
Los hechos así ocurridos, han convertido el mestizaje biológico y laboral en un cuerpo social, particularmente definido como mezcla inevitable, difundida entre los dos pueblos como unidad de trabajo, cuyas ventajas, rentas y beneficios, han favorecido inmensamente al resultado social humano, mejor concentrado en la constituida República Dominicana, a donde llega la obrería descendiente directa de la esclavitud social, psicológica y material sufrida por los descendientes directos de los obreros haianos de origen africano.
Como corolario del montaje de los rudimentos del capitalismo que a medio a lento caminar se desarrolla en República Dominicana, el sistema económico-obrero, explota ventajosamente esa mano de obra en condiciones de semiesclavitud, hecho que le permite mantenerse como uno de los sistemas económicos regionales de mayor crecimiento relativo, considerado, de hecho, como uno de los primeros cuatro en el mundo, aun sin contar con ninguna producción primaria de armas, maquinarias, transformaciones industriales, producción masiva de granos, sin explotaciones de combustibles fósiles, sin generación de patentes industriales ni desarrollos tecnológicos de altas gammas, etc.
Sin embargo, si puede contar la República Dominicana con una abuntantísima oferta de mano de obra barata que suple las necesidades laborales más rentables en los procesos de siembra, recolección y sanidad de productos agropecuarios, para garantizar un masivo flujo turístico soportado en construcciones logradas en función de la baratura de la mano de obra ofertada, así como los mismos servicios turísticos más abundantes y precisados de esa mano de obra.
Las organizaciones políticas emergentes que parten del discurso acuñado por la dictadura trujillista, dedicado a denostar, maltratar y enemistar la sociedad obrera dominicana frente a la migración de la obrería haitiana requerida por el desarrollo del rudimentario capitalismo dominicano, tiende a desvanescerse en el descredito de sus ideas sesgadas or la intolerancia y la malversación ideológica, dañan el proyecto económico y compelen a la sociedad dominicana peor educada, peor formada y alienada por el chovinismo xenófobo peor retrasado del mundo, al detenimiento y complejización del desarrollo económico nacional dominicano y a la depravación sistemática del más sano sentido de crecimiento humano colectivo.
Es una pena que aun muchos dominicanos descendientes directos de esa migración de hombres y mujeres esclavizadas, tan pronto aprenden a pronunciar las palabras de la Lengua Española, sufren la metamorfosis social que los lleva a desconocer, descalificar, negar y hasta a rechazar el componente humano de su propio extracto social, étnico, místico y moral.
Esas organizaciónes políticas, históricamente han sido derrotadadas, rechazadas, aborrecidas y hasta criminalizadas por la misma sociedad dominicana que en ocasiones, sin embargo, forma pequeños núcleos de claques mercenarias, muy ruidosas, que hasta conquistan simpatías en lo peor del sentiminto místico y social del conglomerado dominicano.
Franca y sinceramente hablando, El Estado haría bien si obliga a los conductores y aspirantes a conductores políticos, capaces de incidir en la formación y educación política de las masas. a ser sometidos a procesos de formacion en materia de Economía Política de Los Estados Nacionales de modo que al dirigirse a las masas eviten generarles a estas, deformaciones y aberraciones políticas inadecuadas y perniciosas.
Algunas reuniones u organizaciones civiles que en nuestra nación dominicana procuran desarrollarse jurídiccamente como cuerpo luchador encaminado a merecer y ejercer deberes y derechos en la dirección política, administrativa y de seguridad de El Estado que nos representa y conduce como pueblo soberano, libre y autosuficiente, desde los tiempos de la separación e independencia con respecto a la República de Haití, de la que como original territorio colonizado por potencias imperiales europeas, primero España y luego Francia, han devenido en cifrar y basar sus ofertas políticas en defender la patria de una supuesta amenaza de nueva invasión humana, subrepticia y hostil conducida a través del constante flujo humano migrador que se verifica desde la República de Haití hacia la República Dominicana.
Si bien es muy cierto, ciertísimo, que las deformaciones que de la certeza sobre los relatos históricos que en los hechos se contraen en esa separación geográfica, política, administrativa, militar y social en general que aconteció entre los dos pueblos, por un lado el formado a partir, de un lado, de la toma del poder político y administrativo por parte del conglomerado laboral esclavizado por los franceses en la parte oeste de la isla, proclamado entonces como República de Haití.
Por el otro lado, el pueblo conformado, principalmente, por los hijosdescendientes de la obrería española-francesa y su mestizaje con la misma población esclava y un superior número de esclavos migrados directamente como presión y difusión naturalmente viva de la sobrepoblación obrera que ocupaba los territorios de la parte oeste, de la isla, dada la cuenta de que no existiera frontera definida y mucho menos ningún control práctico que mantuviera dicha separación de modo cierto, sobre todo, tomando en cuenta que durante por lo menos un siglo, ninguno de los titulares, España y Francia, que se traspasaron la adminstración de los territorios de la parte este mediante tratados especiales. se ocuparon, de modo funcional de cuidar los imaginados controles.
Los hechos así ocurridos, han convertido el mestizaje biológico y laboral en un cuerpo social, particularmente definido como mezcla inevitable, difundida entre los dos pueblos como unidad de trabajo, cuyas ventajas, rentas y beneficios, han favorecido inmensamente al resultado social humano, mejor concentrado en la constituida República Dominicana, a donde llega la obrería descendiente directa de la esclavitud social, psicológica y material sufrida por los descendientes directos de los obreros haianos de origen africano.
Como corolario del montaje de los rudimentos del capitalismo que a medio a lento caminar se desarrolla en República Dominicana, el sistema económico-obrero, explota ventajosamente esa mano de obra en condiciones de semiesclavitud, hecho que le permite mantenerse como uno de los sistemas económicos regionales de mayor crecimiento relativo, considerado, de hecho, como uno de los primeros cuatro en el mundo, aun sin contar con ninguna producción primaria de armas, maquinarias, transformaciones industriales, producción masiva de granos, sin explotaciones de combustibles fósiles, sin generación de patentes industriales ni desarrollos tecnológicos de altas gammas, etc.
Sin embargo, si puede contar la República Dominicana con una abuntantísima oferta de mano de obra barata que suple las necesidades laborales más rentables en los procesos de siembra, recolección y sanidad de productos agropecuarios, para garantizar un masivo flujo turístico soportado en construcciones logradas en función de la baratura de la mano de obra ofertada, así como los mismos servicios turísticos más abundantes y precisados de esa mano de obra.
Las organizaciones políticas emergentes que parten del discurso acuñado por la dictadura trujillista, dedicado a denostar, maltratar y enemistar la sociedad obrera dominicana frente a la migración de la obrería haitiana requerida por el desarrollo del rudimentario capitalismo dominicano, tiende a desvanescerse en el descredito de sus ideas sesgadas or la intolerancia y la malversación ideológica, dañan el proyecto económico y compelen a la sociedad dominicana peor educada, peor formada y alienada por el chovinismo xenófobo peor retrasado del mundo, al detenimiento y complejización del desarrollo económico nacional dominicano y a la depravación sistemática del más sano sentido de crecimiento humano colectivo.
Es una pena que aun muchos dominicanos descendientes directos de esa migración de hombres y mujeres esclavizadas, tan pronto aprenden a pronunciar las palabras de la Lengua Española, sufren la metamorfosis social que los lleva a desconocer, descalificar, negar y hasta a rechazar el componente humano de su propio extracto social, étnico, místico y moral.
Esas organizaciónes políticas, históricamente han sido derrotadadas, rechazadas, aborrecidas y hasta criminalizadas por la misma sociedad dominicana que en ocasiones, sin embargo, forma pequeños núcleos de claques mercenarias, muy ruidosas, que hasta conquistan simpatías en lo peor del sentiminto místico y social del conglomerado dominicano.
Franca y sinceramente hablando, El Estado haría bien si obliga a los conductores y aspirantes a conductores políticos, capaces de incidir en la formación y educación política de las masas. a ser sometidos a procesos de formacion en materia de Economía Política de Los Estados Nacionales de modo que al dirigirse a las masas eviten generarles a estas, deformaciones y aberraciones políticas inadecuadas y perniciosas.
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