QUE LOS TIEMPOS NOS AGARREN CONFESADOS
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LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
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Cierto. Ciertísimo es que una inmensa extensión de terrenos cultivados de granos de altos rendimientos proteicos como el maiz, el trigo, el arroz, la soya, etc. no es es culturalmente suficiente para evitar que en muchas regiones del mundo se generen ambrunas y deficiencias en la vida doméstica, tales como los atrasos educativos, sanitarios y demás inclinaciones conductuales prpopias del desarrollo cultural de las civilizaciones.
El complejo sistema de integración progresiva de la inteligencia biológica de los seres humanos desciende de millones de años de adaptaciones evolutivas. Todo ello sin intentar llamar ni provocar la atención de pensadores y creyentes convencidos de procesos distintos, misticos o accidentales.
Lo que en esta hora nos interesa es expresar nuestro convencimiento reflexivo en torno a la necesidad de provocar nuestra atención en torono a la urgente necesidad de impulsar la idea de provocar una auténtica pandemia productiva de alimentos básicos de altos rendimientos como fuentes de proteínas, carbohidratos y vitaminas, propios de las necesidades humanas más urgentes, con la finalidad de asegurar el cumplimiento de los primeros pasos que aseguren la sustentación útil, habil de la capacidad productiva del sistema obrero capitalista en el que se susenta primariamente nuestra civilización.
Todo esta preocupación proviene de las amenazantes circunstancias que parecen venirle encima a la vida regular de nuestra región social, geográfica y geopolítica, sin olvidar las eventuales crisis que pueden salpicar nuestro futuro meteorológico si pensamos en los santos huracanes de termporada que bien pueden estar haciendo viajes de visitas a nuestro territorio vital.
La industrialización con fines de hacer preservables los alimentos, como granos, leche, frutos, carnes, etc. ha sido durante los últimos siglos una estrategia de primera línea en la inteligencia humana para prevenirse de las hambrunas y emergencias de guerras y cataclismos naturales. La prevención suele ser costosa, pero su utilidad no es discutida contra ninguna suma de números estratégicos.
Los esfuerzos acumuladores de documentos de cambios propios de las civilizaciones modernas, resultan muy útiles cuando se cuenta con poderes resolutivos capaces de convertir en servicios y objetos el poder de sus exigencias pero ni las divisas documentales resultan tan terrenales como las reservas alimenticias en los momentos en los que las sed y el hambre aprietan el vientre. Ojualá que los tiempos difíciles nos agarren confesados.
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LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
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Cierto. Ciertísimo es que una inmensa extensión de terrenos cultivados de granos de altos rendimientos proteicos como el maiz, el trigo, el arroz, la soya, etc. no es es culturalmente suficiente para evitar que en muchas regiones del mundo se generen ambrunas y deficiencias en la vida doméstica, tales como los atrasos educativos, sanitarios y demás inclinaciones conductuales prpopias del desarrollo cultural de las civilizaciones.
El complejo sistema de integración progresiva de la inteligencia biológica de los seres humanos desciende de millones de años de adaptaciones evolutivas. Todo ello sin intentar llamar ni provocar la atención de pensadores y creyentes convencidos de procesos distintos, misticos o accidentales.
Lo que en esta hora nos interesa es expresar nuestro convencimiento reflexivo en torno a la necesidad de provocar nuestra atención en torono a la urgente necesidad de impulsar la idea de provocar una auténtica pandemia productiva de alimentos básicos de altos rendimientos como fuentes de proteínas, carbohidratos y vitaminas, propios de las necesidades humanas más urgentes, con la finalidad de asegurar el cumplimiento de los primeros pasos que aseguren la sustentación útil, habil de la capacidad productiva del sistema obrero capitalista en el que se susenta primariamente nuestra civilización.
Todo esta preocupación proviene de las amenazantes circunstancias que parecen venirle encima a la vida regular de nuestra región social, geográfica y geopolítica, sin olvidar las eventuales crisis que pueden salpicar nuestro futuro meteorológico si pensamos en los santos huracanes de termporada que bien pueden estar haciendo viajes de visitas a nuestro territorio vital.
La industrialización con fines de hacer preservables los alimentos, como granos, leche, frutos, carnes, etc. ha sido durante los últimos siglos una estrategia de primera línea en la inteligencia humana para prevenirse de las hambrunas y emergencias de guerras y cataclismos naturales. La prevención suele ser costosa, pero su utilidad no es discutida contra ninguna suma de números estratégicos.
Los esfuerzos acumuladores de documentos de cambios propios de las civilizaciones modernas, resultan muy útiles cuando se cuenta con poderes resolutivos capaces de convertir en servicios y objetos el poder de sus exigencias pero ni las divisas documentales resultan tan terrenales como las reservas alimenticias en los momentos en los que las sed y el hambre aprietan el vientre. Ojualá que los tiempos difíciles nos agarren confesados.
1 comentarios:
Julio Ramírez: Tu escrito está interesante, pero no concretiza en un planteamiento en el que diga si el gobierno dominicano y o los de otros países están aplicando lo que planteas. Y si no lo están aplicando, entonces debes explicar por qué, y cómo solucionarlo. Le falta eso a tu elegante desarrollo expositivo, hecho con todo el cerebro analítico que posees.
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