LAS ADVERTENCIAS SE VUELVEN REALIDAD
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LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
EE.UU.: "No excluimos el uso de armas nucleares en respuesta a un ataque contra elementos claves de nuestra infraestructura espacial"
Regularmente al escribir sobre asuntos que atañen al futuro social y político de los dominicanos y del mundo, tiendo a denunciar el catastrofismo que exhiben algunos amigos quienes suelen ver desastres y amenazas en cualquier sopa sin importar el color con el que se la sazonen, sin embargo, últimamente me he estado refiriendo a lo que considero el devenir natural que augura el momento que nos concierne, afectado todo sistema social humano por unos acontecimientos inesperadamente alamantes, capaces de conmove la paciencia más perezosa imaginable. Ya aparecen hasta exacerbados pronunciamientos que parten de personajes que representan los más encumbrados poderes sobre las decisiones mundiales pasibles de convertirse en hechos trascendentales. No me vale hacerme el ciego ni el sordo, tratando de no alarmar mi entorno de confort emocional. Lo cierto, ciertísimo, es que los augurios que profetizan los trascendentes cambios políticos, sociales, económicos e institucionales, parecen avecinarse a mayor ritmo que el previsto por nuestras conclusiones e imaginaciones. Para nuestro propio país, República Dominicana, estos augurios ya nos previenen de inciertos electorales que aun no permiten definir ni siquiera las fechas formales, constitucionalmente tatuadas en nuestro calendario institucional. Los imprevistos que advierten dramáticos procesos cargados de dolores y tráumas sobre la economia popular y sobre las cuentas del Estado han de resultar, inevitablemente, en un real rompecabezas tormentoso. Ojalá no toque las reglas constitucionales.
LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
EE.UU.: "No excluimos el uso de armas nucleares en respuesta a un ataque contra elementos claves de nuestra infraestructura espacial"
Regularmente al escribir sobre asuntos que atañen al futuro social y político de los dominicanos y del mundo, tiendo a denunciar el catastrofismo que exhiben algunos amigos quienes suelen ver desastres y amenazas en cualquier sopa sin importar el color con el que se la sazonen, sin embargo, últimamente me he estado refiriendo a lo que considero el devenir natural que augura el momento que nos concierne, afectado todo sistema social humano por unos acontecimientos inesperadamente alamantes, capaces de conmove la paciencia más perezosa imaginable. Ya aparecen hasta exacerbados pronunciamientos que parten de personajes que representan los más encumbrados poderes sobre las decisiones mundiales pasibles de convertirse en hechos trascendentales. No me vale hacerme el ciego ni el sordo, tratando de no alarmar mi entorno de confort emocional. Lo cierto, ciertísimo, es que los augurios que profetizan los trascendentes cambios políticos, sociales, económicos e institucionales, parecen avecinarse a mayor ritmo que el previsto por nuestras conclusiones e imaginaciones. Para nuestro propio país, República Dominicana, estos augurios ya nos previenen de inciertos electorales que aun no permiten definir ni siquiera las fechas formales, constitucionalmente tatuadas en nuestro calendario institucional. Los imprevistos que advierten dramáticos procesos cargados de dolores y tráumas sobre la economia popular y sobre las cuentas del Estado han de resultar, inevitablemente, en un real rompecabezas tormentoso. Ojalá no toque las reglas constitucionales.

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