LA CORDURA NECESARIA ANTE LA EFERVESCENCIA DEL SISTEMA

LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD


El subsistema bancario junto al instrumento monetario, constituyen la cúspide de la pirámide del Sistema Capitalista. Sin embargo, la dinámica de este sistema mundial de acumulación de esfuerzos humanos transables, precisa de un impulso permanente, vivo y circulante sin cuyos ánimos el sistema se estancaría y perdería su poderoso sentido de dominio imperial.

 Esos ánimos se materializan a través del sistema de concesión de préstamos monetarios que vienen a constituirse en el motor de la producción universal lograda a través del proceso de beneficios rentables de la obrería humana.

 Esta acumulación de esfuerzos representado y certificado en compromisos documentales en forma de monedas, modernamente más en su forma virtual que en su modelos físicos, simbolizan la jerarquización de la inteligencia y el poder sustancialmente acumulado como se acumula la densidad del núcleo atómico que los ingenieros fisico-quimicos reconocen muy bien como parte de su formación básica.

Sabido es por estos mismos estudiosos, profesionales del aprovechamiento humano  y social de las propiedades de la materia, que mediante algunos artificios más o menos sencillos es posible desatar las fuerzas condensadas en esos núcleos atómicos y consecuentemente generar una explosión descontrolada sobre una masa dada de efectos malmente predecibles.

Hoy las fuerzas del capitalismo se hallan abocadas a lidiar con deudas corrientes en practicamente todas las finccas suministradoras de mano de obra industrial que generan los suplimentos de esfuerzos acumulables como capital virtual certificado. La chispa explosiva de una bujía como la crisis de salud desatada en estos momentos, puede muy bien salirse de control.

En nuestro sistema local minimamente represantativo pero no menos significante de la crisis que se cierne sobre el sistema económico universal, la disposición de echar a correr la fuerza represada en papeles virtuales como moneda nacional de uso corriente, a partir de los fondos de pensiones, augura un aumento de la liquidez local sin más respaldo que el histórico compromiso de resarcimiento de esos ahorros.

 Ello puede implicar la soltura del nudo que mantiene la estabilidad de nuestra moneda local de tal modo que genere una devaluación afirmada en la catástrofe de la producción y venta de servicios turísticos en general, hecho que arrastra la emigración de la mano de obra extranjera muy barata, cuya explotación tanto beneficia las arcas de la economía nacional.

El hecho de que este desajuste alcance practicamente todo el mundo comercial relacionado con nuestra nación, nos implica ferozmente en la mayor pandemia que hoy nos amenaza, me refiero a la pandemia de crisis económica, de la que inevitablemente se dessprenden las efervescencias sociales de las incoformidades y la deserperación. Nos acechan días de incertidumbres arrastradas e importadas que nos demandan inteligencia, cordura y pasión por la paz basada en el sacrificio y la cordura.