DOLARES HABRÁ POR PIPÁ
LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
Los US$ (dólares emitidos por Estados Unidos de América), con los que Italia ha de pagar los suplimentos médicos suministrados por La China, están inscritos e impresos en inglés.
Existe para todo el mundo civilizado una sola, una única, máquina impresora que imprime esos papeles verdes destinados a la transabilidad comercial capaz de cubrir el globo como ahora busca hacerlo el virus coronado que anora nos envía su avanzada para anunciar su inminente arribo masivo.
Podrá resentirse su capacidad relativa de pago, pero su maquina seguirá imprimiendo a voluntad de su dueño porque su poderosa capacidad de relevo y respaldo difícilmente sea superada dada su autoridad para hacer cosas por las buenas o por las otras buenas.
El componente de los medicamentos chinos, de los que dan cuentas mediáticas por cualquier esquina de que llegan santiguados con productos de fabricación isleña cubana, no serán objeto de prohibiciones ni embargos, -al menos, bajo mis suposiciones-, a pesar de las restricciones impuestas sobre los negocios con El Estado Cubano, que desde hace medio siglo ha determinado El Estado Norteamericano determinado a constreñir las capacidades de aquel otro. Sospecho que de todos modos, de buen gusto, El Estado Cubano recibirá los beneficios monetarios de la triangulación comercial implicada en la entrega del paquete farmacéutico.
Quizás resulte que igualmente nos llegará a República Dominicana, algo del paquete Chino-cubano, circulado a través de una ruta similar, Cuba-China-República Dominicana. Tampoco será de dudar que, a sabiendas de que con la salud no se debe jugar, menos en tiempos electorales, el interferón isleño cubano, vaya a parar también, sin mucho ruido, en los anaqueles de suministros farmacéuticos del mismo Estados Unidos de América, mientras las papeletas impresas por este hacen de vuelta el lógico recorrido: Italia-China-Cuba.
No será de mucho dudar que las fuerzas de algunas corrientes parásitas o las complejas Fuerzas Geopolíticas de Coriolis, determinen que los suministros necesarios para suplir nuestras previstas emergencias tengan transitar un recorrido mucho más complejo: Cuba-China-Italia-Estados Unidos-República Dominicana, y hasta pensar en algunos iregulares trasvasados fronterizos que pueden implicar a nuestros hermanos vecinos.
En fin, será bien de esperarse que la máquina única de imprimir dólares únicos suplirá los percances viruscoronados de todo el complejo económico del Gran Capital. Los constreñidos serán siempre y solo los trabajadores que sirven en todo el mundo sus esfuerzos de carnes y sudores. Dólares seguirán imprimiéndose por pipá.
Los US$ (dólares emitidos por Estados Unidos de América), con los que Italia ha de pagar los suplimentos médicos suministrados por La China, están inscritos e impresos en inglés.
Existe para todo el mundo civilizado una sola, una única, máquina impresora que imprime esos papeles verdes destinados a la transabilidad comercial capaz de cubrir el globo como ahora busca hacerlo el virus coronado que anora nos envía su avanzada para anunciar su inminente arribo masivo.
Podrá resentirse su capacidad relativa de pago, pero su maquina seguirá imprimiendo a voluntad de su dueño porque su poderosa capacidad de relevo y respaldo difícilmente sea superada dada su autoridad para hacer cosas por las buenas o por las otras buenas.
El componente de los medicamentos chinos, de los que dan cuentas mediáticas por cualquier esquina de que llegan santiguados con productos de fabricación isleña cubana, no serán objeto de prohibiciones ni embargos, -al menos, bajo mis suposiciones-, a pesar de las restricciones impuestas sobre los negocios con El Estado Cubano, que desde hace medio siglo ha determinado El Estado Norteamericano determinado a constreñir las capacidades de aquel otro. Sospecho que de todos modos, de buen gusto, El Estado Cubano recibirá los beneficios monetarios de la triangulación comercial implicada en la entrega del paquete farmacéutico.
Quizás resulte que igualmente nos llegará a República Dominicana, algo del paquete Chino-cubano, circulado a través de una ruta similar, Cuba-China-República Dominicana. Tampoco será de dudar que, a sabiendas de que con la salud no se debe jugar, menos en tiempos electorales, el interferón isleño cubano, vaya a parar también, sin mucho ruido, en los anaqueles de suministros farmacéuticos del mismo Estados Unidos de América, mientras las papeletas impresas por este hacen de vuelta el lógico recorrido: Italia-China-Cuba.
No será de mucho dudar que las fuerzas de algunas corrientes parásitas o las complejas Fuerzas Geopolíticas de Coriolis, determinen que los suministros necesarios para suplir nuestras previstas emergencias tengan transitar un recorrido mucho más complejo: Cuba-China-Italia-Estados Unidos-República Dominicana, y hasta pensar en algunos iregulares trasvasados fronterizos que pueden implicar a nuestros hermanos vecinos.
En fin, será bien de esperarse que la máquina única de imprimir dólares únicos suplirá los percances viruscoronados de todo el complejo económico del Gran Capital. Los constreñidos serán siempre y solo los trabajadores que sirven en todo el mundo sus esfuerzos de carnes y sudores. Dólares seguirán imprimiéndose por pipá.
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