QUE NOS CUBRA LA PIEDAD DIVINA

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LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
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No se precisaría de contar con los sobreamueblados pensamientos profesionales del genial analista geopolítico doininicano, Profesor Iván Gatón, auténtico intelectual del conocimiento de la historia y el presente de  las relaciones entre regiones y naciones del mundo, como el mejor estudioso que uno pueda imaginar, para comprender que los rearreglos de la dominación política, social, militar y económica del mundo actual, espera mucho más que el desastrado movimiento irregular, que contra la institucionalidad gubernamental, acaba de ocurrir al institucional Estado del país más influyente, poderoso, poblado y dominante del continentee iberoaemericano:

La República Federativa del Brasil. Puede afirmarse que este es apenas el primer movimiento estatal propio de las convulsiones que ya pasan a arrastrar los fenómenos biológico-anatómicos del virus o los virus, que nos advierten sobre sus acciones bélicas contra el orden social de la humanidad.

Tan cercanos nos rozan ya los tremores convulsivos a los dominicanos que ya han surgido las voces y propuestas que auguran la casi inevitable transferencia de la fecha de nuestro próximo y programado evento electoral, presidencial, congresual, constitucional, hecho que a su vez pudiera significar un inminente cambio en las proyecciones de resultados popularmente previstos hasta hace algunos días, hecho que de ocurrir, implicaría contradichos y murmullosas tremolinas sociales. 

Ojalá que todo se quedara en solo eso. Ojalá que la ralentización de los mercados turísticos, la producción industrial, y las caidas de los ingresos regulares por remesas familiares originadas en el laborantismo internacional de la diáspora dominicana, no provoque más efervescencia que el de las tristezas ante la tragedia fomentada por los virus coronados. Hecho previsible, casi cierto es que los temblores del sistema no pasarán por alto el devenir político inmediato de los dominicanos, a pesar de la prevista composición multipartista de nuestro sistema democrático, con sus bienes y males comprensibles.

Advertidas consejerías que parten de sectores tan influyentes como el de conductores de las potentes asociaciones de dirigentes empresariales ya comienzan a ofrecer sus recomendaciones sobre el comportamiento financiero que según entienden dichos dirigentes, ha de seguir la autoridad  conductora del Estado Dominicano. Detrás le seguirán las exigencias inevitables de las asociaciones laborales, las de los políticos en campaña, y las de los  ruidos mediáticos  de las redes cibernéticas, además de los enflaquecidos productores de los negocios medianos y menores afectados por los caprichos de los virus coronados. Se precisará de pantalones bien atados y colgados a buenos breteles para conducir esta etapa del gobierno nacional. Que la Virgencita de Higüey y el Cristo de Bayaguana nos cubran con su piedad santísima.