FANTASÍAS, MITOS Y CIENCIAS
LA DEMOCRACIA ES LA FUERZA QUE IMPULSA EL ORDENAMIENTO DEL EQUILIBRIO, LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE LA VIDA EN SOCIEDAD
Cierto. Ciertísimo es que cualquier bachiller mínimamente enterado del ordenamiento emocional que siguen a los deseos y esperanzas asentadas en la psique biológica del pensamiento humano, ha hecho conciencia de que esos deseos, esperanzas y aspiraciones, conducen a la construcción de ilusiones, visiones mentales y hasta a alucinaciones capaces de ser vertidas desde la intimidad emocional hacia el mundo externo converidas en fición interpretada como realidad.
Así surgen y se toman asiento histórico heroicas fantasías de guerra, apariciones y azañas místico-religiosas, los epopéyicos mitos olímpicos y hasta casos pseudo-científicos que tienden a convertirse en paradigmas tan aparentemente firmes como decepcionantemente frustratorios.
En muchísimos casos nos hallamos con algunas aventuras de sabios y estudiosos, accidentalmente interrumpidos de algún circuito días antes firmemente bien conectado. En otros casos mal se trata de deformaciones de la integridad social personal como es el caso de conductores sociales, académicos, profesionales y hasta morales, convencidos de santas misiones divinas o cósmicas.
Con motivo de los interminables y mal previstos procesos naturales que ocurren en torno a la naturaleza ambiental de la que formamos parte material, la siempre reberberante inteligencia humana tiende a exacerbar sus afanes por hallar respuestas, conocimientos, reacciones convenientes, etc. como normal respuesta al proceso de lucha evolucionista que nos corresponde seguir según la Divina formulación de nuestra estadía material como material humano.
Divertidas versiones, unas más complacientes y convincentes que otras, unas más bellas y poéticas que otras, todas caben en nuestras imaginaciones.
A mi, por ejemplo, me gustan las versiones que mejor acomodan a los versos endecimados, alejados de los duros argumentos de filósofos y científicos acerados, magistrales e intolerantes como suelen resultar los profesionales de academias convertidos en ingenieros, materialistas, matemáticos cósmicos, muy arreglados y rígidos. Por todo esto me convencen y complacen los peregrinos y sus sacrificios, desinteresados como propugnadores de humildes sacrificios nazarenos.
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Cierto. Ciertísimo es que cualquier bachiller mínimamente enterado del ordenamiento emocional que siguen a los deseos y esperanzas asentadas en la psique biológica del pensamiento humano, ha hecho conciencia de que esos deseos, esperanzas y aspiraciones, conducen a la construcción de ilusiones, visiones mentales y hasta a alucinaciones capaces de ser vertidas desde la intimidad emocional hacia el mundo externo converidas en fición interpretada como realidad.
Así surgen y se toman asiento histórico heroicas fantasías de guerra, apariciones y azañas místico-religiosas, los epopéyicos mitos olímpicos y hasta casos pseudo-científicos que tienden a convertirse en paradigmas tan aparentemente firmes como decepcionantemente frustratorios.
En muchísimos casos nos hallamos con algunas aventuras de sabios y estudiosos, accidentalmente interrumpidos de algún circuito días antes firmemente bien conectado. En otros casos mal se trata de deformaciones de la integridad social personal como es el caso de conductores sociales, académicos, profesionales y hasta morales, convencidos de santas misiones divinas o cósmicas.
Con motivo de los interminables y mal previstos procesos naturales que ocurren en torno a la naturaleza ambiental de la que formamos parte material, la siempre reberberante inteligencia humana tiende a exacerbar sus afanes por hallar respuestas, conocimientos, reacciones convenientes, etc. como normal respuesta al proceso de lucha evolucionista que nos corresponde seguir según la Divina formulación de nuestra estadía material como material humano.
Divertidas versiones, unas más complacientes y convincentes que otras, unas más bellas y poéticas que otras, todas caben en nuestras imaginaciones.
A mi, por ejemplo, me gustan las versiones que mejor acomodan a los versos endecimados, alejados de los duros argumentos de filósofos y científicos acerados, magistrales e intolerantes como suelen resultar los profesionales de academias convertidos en ingenieros, materialistas, matemáticos cósmicos, muy arreglados y rígidos. Por todo esto me convencen y complacen los peregrinos y sus sacrificios, desinteresados como propugnadores de humildes sacrificios nazarenos.
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